Nulla dies sine linea

30 junio 2011

Estreno

Hay pocas cosas comparables a una puesta de sol a orillas del mar. Es como si el alma se desplazara con mayor libertad surcando esa extensión sin límites. Esa contemplación eleva y nos hace concebir pensamientos de infinito, de ideal.
Porque la fascinación y la poesía están en el mundo, en la naturaleza, en el lirismo de un paisaje para los ojos de quien sabe verlo.
Similar efecto es la impresión colosal de una persona con la belleza y sensibilidad interior suficientes para tener la hermosura crepuscular de una puesta de sol, y hacen aborrecer de los personajes vulgares. Creo que cada ocaso vino a ser como la inauguración de una nueva etapa en mi vida. Y tengo que admitir que no conocí a ninguna mujer que estuviera a la altura, que su capacidad de pensamiento y percepción volara más allá de los mandatos más básicos, sin una mente que intentara buscar las respuestas, la emotividad de la vida, lo deslumbrante de amanecer cada día o con el bagaje cultural suficiente para no dejarse arrastrar por la masa imperante que obliga a pensar y actuar siempre bajo sus cánones.
Mujeres que huyan de la mediocridad de sus existencias, que prefieran llenar su biblioteca antes que su vestuario, que no se conformen con dejar pasar las semanas una detrás de otra todas iguales, sin llegar nunca a amar de verdad, a sentir de verdad, a pensar libremente de verdad.; o que no intenten engañar a su corazón anteponiendo la razón y así convencerse de que éso es el amor, que es lo que quieren, lo que anhelan tan profundamente que les lleve a ser una pareja con aval ante los ojos de los demás, el certificado social pero el llanto posterior en la intimidad, cuando abren las piernas y después únicamente les queda sentirse sucias.
Enamorarse de una mujer vulgar es la garantía hacia el fracaso y la sensación de derrota, y muchas veces te seducen y engañan con copias baratas de inteligencia y fuerza vital, y cuando descubres que debajo de esa impostura sólo hay medianía, falsedad, egoísmo y un tremendo vacío conservador…probablemente sea tarde para uno mismo, y la decepción te hace querer jurar que nunca creíste que las mismas cosas se pudieran repetir nunca otra vez en sitios y épocas diferentes, en cuerpos distintos; y no hay más coraje que pensar que la parte que queda por vivir tiene que ser mejor, que la próxima va a conectar tan hondamente que al mirarla a los ojos nunca tengas que dudar de su honestidad, y todo sea perfecto como un sol que muere en el horizonte, preparándose para la noche más cálida.

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