Nulla dies sine linea

01 septiembre 2007

La huida

-Ten cuidado que están bajando películas del ordenador.
Su padre no era un virtuoso de la informática precisamente y es de esas personas que sólo tocando un botón equivocado pueden desatar el caos, por lo que no estaba dispuesto a perder archivos importantes.
-¿Qué películas? -dijo mirando la pantalla como si de un sestante del siglo XIX se tratara.
-La huída -la había visto varias veces pero tenía ahora una carpeta en el PC con la filmografía de Sam y esta era la única que le faltaba
-¡Hombre!, esa es la primera película que vi en el cine con tu madre- nunca había supuesto que su padre pudiera recordar cual fue el estreno de esa primera vez.-Cuando éramos novio, en el cine Almirante de Avilés- Matizó
-¿Y le gustó?
-Bueno supongo, me casé con ella.


Cuando ella le llamó y aceptó ir a su casa, con "buenas intenciones", el pensó en poner una película para rompera el hielo, pero sería en la habitación.
-Veamos "La huída"- dijo, y corrió las cortinas como si del propio Almirante se tratara.
Cuando en la segunda mmuerte a bocajarro ella torció el gesto, se le hizo un nudo en la garganta. Pasó el resto de la exihibición son rozarla siquiera.
Alejándose Mcqueen y Ali Mcgraw en la furgoneta y terminada la película; ella puso una excusa que hacía aguas por todas partes y se marchó deprisa. No intentó ni de lejos besarla.
Él espero dos semanas pero ella no volvió a llamar.

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